Estudio analítico de potenciales factores de riesgo en diabetes aplicado al estado de Guanajuato

Abstract

Los tintes pandémicos que en la actualidad ha alcanzado la diabetes tipo 2 distan mucho de los números que tenía hace apenas 30 años; en México, especialmente en Guanajuato (es el estado que lidera el número de muertes relacionadas con diabetes a nivel nacional [1, 2]) ha sido un cambio tan súbito que en algunos casos ha desbancado en enfermedades tradicionalmente relacionadas con la dieta, como la hipertensión (ahora tan a menudo asociada con diabetes) o la desnutrición. Este vertiginoso cambio apunta sin duda a la existencia de un ambiente diabetogénico más acorde con una distopia orwelliana [3] (“1984”, George Orwell) que con una azarosa epidemia natural. Me explico: al contrario de lo que sucede con muchas enfermedades de corte epidémico (cólera, malaria, peste bubónica, etc.) la génesis de la diabetes es multifactorial. En efecto, hasta ahora se considera a la diabetes como una enfermedad compleja en la que inciden factores genéticos y ambientales para llevar al deterioro en la secreción de la insulina de las células β del páncreas [4]. Con relación a los factores ambientales mucho se ha dicho que han contribuido a su desarrollo los, desde mi humilde perspectiva, mal llamados hábitos sedentarios (considero mucho más adecuado el termino hábitos abúlicos) y por supuesto, la evolución de la dieta hacia productos alimenticios industrializados y cada vez más procesados. Este último es uno de los principales enfoques de este trabajo. Creo necesario recalcar que todavía hace algunos años (quizá aún en el presente) se consideraba a la diabetes como una enfermedad de ricos, pero ahora, hago una pregunta retórica ¿cuál es el grupo socioeconómico más afectado? Se achaca en gran parte a un factor genético la prevalencia de diabetes especialmente en afroamericanos y latinos, el cual sin duda lo hay, pero no creo que sea suficiente para explicar por sí solo los avasallantes números de esta pandemia entre estos dos grupos poblacionales. Supongo que en parte por no ser políticamente correcto, no se señalan las obvias diferencias socioeconómicas entre diferentes estratos raciales, pero es claro que el factor socioeconómico juega un papel primordial en esta pandemia del nuevo siglo. Para seguir con esta puntualización del contexto socioeconómico de mi trabajo, baste decir que Mexico es el principal consumidor de bebidas edulcoradas a nivel mundial (seguido muy de cerca por Estados Unidos) [5-7] y, como coincidencia, en la mayor parte de los municipios del país es mucho más fácil (y barato) tener acceso a bebidas edulcoradas que a agua potable, lo cual es al mismo tiempo increíble e indignante. ¿Como se ha llegado a esto? Entre otras cosas por la falta de un sistema de potabilización adecuado y el embate perenne de los cabilderos de las industrias refresqueras y alimenticias (Pepsico y Coca Cola son el mejor ejemplo de ambas, sin olvidar por supuesto al grupo Bimbo). En ese mismo tenor, la industria alimenticia cada vez procesa más los alimentos y en su afán de lucro confunde al consumidor, haciendo que este último olvide la diferencia entre mucho y bueno, de forma tal que los alimentos son cada vez más salados, más dulces, más grasosos y, en una relación claramente inversa, menos saludables.