Desarrollo de nuevas formulaciones para la conservación de cantería de edificios históricos

Abstract

La conservación de los monumentos históricos pétreos constituye una parte muy importante en el patrimonio cultural. El deterioro de estos materiales se origina debido a una gran variedad de factores como son: la cristalización de sales, daño por congelamiento, por origen biológico, factores antropogénicos, etc. Como consecuencia global de todos los procesos de degradación, el material pierde la adherencia entre los componentes de la roca disminuyendo su resistencia mecánica. En el campo de la conservación arquitectónica de piedra, se utilizan los tratamientos de consolidación e hidrofugación. La consolidación consiste en impregnar el material deteriorado con formulaciones basadas en sustancias químicas con el fin de restablecer las características de adhesión perdidas en el material. Los tipos de consolidantes utilizados pueden contener resinas poliméricas (epoxi, acrilicas, etc.), compuestos inorgánicos como el silicato de potasio, sílice coloidal y alcóxidos de silicio. Entre los citados, las formulaciones basadas en alcóxidos de silicio, son los agente consolidante con mejores propiedades. De estos el más utilizado es el tetraetóxisilano (TEOS). En la figura 1a, se esquematiza el proceso de consolidación y de hidrofugación con alcóxidos de silicio. Donde el alcóxido penetra en los poros del material, y bajo ciertas condiciones se promueve la reacción de hidrólisis y condensación del alcóxido con la superficie de la roca, vía un proceso sol-gel (figura 1b). Como resultado se forma una capa reconstructora de la matriz rocosa que le confiere al material ciertas propiedades de resistencia mecánica. En el caso de la hidrofugación, se utilizan organoalcoxisilanos (R’-Si(OR)3), los cuales forman una película hidrofóbica ya que los grupos alquilo del alcóxido no son hidrolizados y limitan el ingreso del agua, evitando que continué la erosión del material.