Huéspedes imperceptibles y otros relatos

Abstract

Hay un cuento de Horacio Quiroga en el que una bella dama de nombre Alicia –como aquellas que recordará el lector, son dibujadas por Edgar Allan Poe en sus narraciones y tienen una extraña belleza-, que al poco tiempo de casarse cayó enferma e inexplicablemente para los médicos que la visitaban perdía grandes cantidades de sangre hasta que un día murió. Después del funeral Jordan, su esposo y quien ayudaba en la casa, pusieron orden en las pertenencias de Alicia, así como también limpiaron y acomodaron la cama ocupada por ella. Al levantar el almohadón de plumas de ganso, se dieron cuenta de que este pesaba más de los normal y aparte tenía un pequeño punto de sangre exactamente en el lugar donde ponía la cabeza la enferma; así que decidieron abrirlo, con sorpresa y horror descubrieron a un monstruo, una bola viviente y viscosa, que estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca. Ustedes imaginarán por qué...