Hacia la recepción de una literatura ilustrada desde la unión texto-imagen-relieve: El libro negro de los colores, de Menena Cottin y Rosana Faría

Abstract

La literatura ilustrada goza de tener muchas maneras en las que se puede presentar su contenido, así como el tipo de ilustraciones de acuerdo con el estilo artístico del ilustrador, cómo se conjunta con el texto escrito (algunas veces proporcionado por una persona distinta al artista gráfico) y los materiales físicos con los que está construido el libro. Todo ello repercute en cómo el lector decodificará tal texto durante el proceso de lectura. El resultado de esa acción es la obra literaria que, en términos de Wolfgang Iser, es la suma de autor, texto y lector. El libro negro de los colores (Ediciones Tecolote, 2006), de Menena Cottin y Rosana Faría, es un álbum ilustrado en el cual los materiales no sólo constituyen el soporte del libro, sino que, a modo de paratextos, también aportan significado al discurso contenido en la obra literaria. Un libro físicamente negro en el que se habla de colores resulta contradictorio, pero lejos de ser una construcción equivocada de la obra, es más contundente al reflexionar sobre la descripción de los colores desde la perspectiva de una persona con discapacidad visual y al tener en cuenta que en el libro aparece, con la misma importancia del alfabeto latino, escritura en braille. Este libro, por su sencillez y brevedad, resulta óptimo para un lector infantil; por su cualidad de braille y relieve, para lectores con discapacidad visual; por su combinación de registros alfabéticos, ideal para público vidente. Este libro representa un experimento en cuanto a diseño, creación y difusión de literatura multimodal que cada vez con más intensidad piensa en el libro como un objeto que será manipulado por sus lectores / Sofía Espino Mandujano